¿Continuará la baja del USDCLP?
Ayer el USD/CLP volvió a caer con fuerza y cerró en torno a los $930, confirmando la ruptura del soporte mayor ubicado entre $937 a $935. La semana pasada los inversionistas extranjeros apostaron en un solo día más de US$1.000 millones a favor del peso chileno, siendo el mayor monto desde junio de 2019. Esto se debe a los factores que hemos mencionado anteriormente como la recuperación del cobre, las cifras en Chile que muestran una recuperación y la caída del dólar a nivel global.
Esta mañana el dólar index se recupera levemente hasta los 105,20 puntos, mientras el cobre pierde un -0,8% hasta los US$4,58 la libra, tomándose un descanso respecto a las fuertes alzas de los últimos días. En este contexto el USD/CLP podría rebotar levemente al alza, en busca de los niveles ubicados entre $935 a $937, sin embargo, la tendencia seguiría siendo bajista en caso de mantenerse bajo estos niveles. Los soportes ahora se ubican en $926 y luego en torno a la zona de $919.
Incertidumbre macroeconómica y geopolítica desafían los mercados
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, destaca la influencia de la realidad macroeconómica y geopolítica en la reciente desaceleración del buen desempeño global del mercado bursátil, así como el aumento significativo de las rentabilidades de las curvas de deuda, particularmente en Estados Unidos.
En su análisis, Del Pozo señala que la situación en Norteamérica, donde la inflación y el crecimiento continúan siendo fuertes, prácticamente descarta una reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal en junio. Este panorama ha llevado a una revalorización de la deuda estadounidense, que ahora cotiza en niveles de rentabilidad máximos.
En contraste, en Europa, el crecimiento económico más moderado y la inflación contenida permiten la posibilidad de una reducción de tasas por parte del Banco Central Europeo en junio. Esta medida, esperada desde febrero, sería una sorpresa negativa para el mercado si no se materializa.
Además, el mes de abril estuvo marcado por la complejidad geopolítica, con conflictos en Europa y tensiones en Oriente Medio, lo que ha contribuido a un aumento notable de la volatilidad en los mercados de renta variable. Esta volatilidad, medida por el VIX, ha generado un comportamiento desfavorable en los mercados bursátiles, a pesar de una sólida temporada de presentación de resultados.
Con este contexto en mente, surge la pregunta sobre si el adagio “sell in May” se aplica este año. Del Pozo sugiere que, en Europa, una posible reducción de tasas en junio podría influir en los precios de las acciones. No obstante, en un entorno de abundante liquidez y estabilidad geopolítica, una caída significativa en los mercados bursátiles podría presentar oportunidades de compra de acciones.
En cuanto a la renta fija, Del Pozo considera que los niveles actuales ofrecen oportunidades de compra, especialmente en activos de calidad. Para los inversores con perfil bonista, estos momentos son propicios para formar cartera, incluso considerando la posibilidad de incrementar duraciones.
Análisis de Wellington Management: Estrategias para el Nuevo Ciclo Macroeconómico
Los expertos de Wellington Management abordan las oportunidades y desafíos que presenta el nuevo ciclo macroeconómico, caracterizado por una mayor volatilidad y exposición al ciclo, pero también por un potencial crecimiento nominal más elevado. En este contexto, exploran varias opciones de inversión, centrándose en la renta fija y los títulos high yield.
Destacan que los rendimientos todo incluido (all-in-yield) de los mercados high yield a nivel global son atractivos y alcanzan niveles no vistos desde la gran crisis financiera global. Estos rendimientos ofrecen no solo una mayor rentabilidad a largo plazo, sino también protección frente al alza de los tipos de interés y la ampliación de los diferenciales crediticios.
Recomiendan una estrategia progresiva y paciente para aprovechar las oportunidades del mercado. Sugieren que los inversores podrían esperar a que surjan oportunidades de ampliar su exposición a niveles de valoración más atractivos, mientras mantienen una perspectiva estratégica a largo plazo en la deuda high yield.
Enfatizan los beneficios de una estrategia de gestión activa en este entorno. Argumentan que, aunque la calidad del universo de inversión en bonos high yield ha mejorado en general, los fundamentos de las empresas comienzan a debilitarse y los impagos están aumentando. Por lo tanto, abogan por un análisis fundamental exhaustivo del crédito, basado en un profundo conocimiento de los sectores y los criterios ASG, como la forma más eficaz de identificar empresas de alto rendimiento y evitar aquellas con mayor riesgo de impago.